Una de las mayores ventajas de la publicidad en las paradas de autobús es que, al dirigirse a personas que, por lo general, van a estar un rato sentadas en el mismo lugar, se supera la gran desventaja de la publicidad exterior: El poco tiempo de impacto que tiene en el público. Esto es debido a que normalmente se ven las vallas de pasada mientras conduces o caminas y no sueles prestarle demasiada atención. Por eso mismo las vallas publicitarias suelen tener mensajes directos y sencillos, que buscan complementar otros mensajes más elaborados como los spots de televisión o cuñas de radio.
Pero con las paradas de autobus los creativos pueden dar rienda suelta a su imaginación y hacer cosas diferentes e interactivas, ya que vas a tener a tu público sentado y aburrido enfrente de tu anuncio, así que abrazará gustoso cualquier entretenimiento que le puedas aportar mientras espera.
Como la teoría está bien, pero lo que mola son los ejemplos, aquí dejamos unos cuantos que nos han parecido muy buenos.
¿Qué mejor manera de promocionar unos cristales protectores súper resistentes que incitar al público a que intenten romperlos prometiéndoles los millones que guardan en su interior? Una campaña bastante barata teniendo en cuenta que los cristales los pone el fabricante y menos los billetes de arriba, todos los demás eran falsos... y con unos resultados muy buenos teniendo en cuenta que no sólo fue visto por los que esperaban el bus, sino que se convirtió en noticia y la gente iba hasta la parada de bus para probar a romper el cristal.
Con esta última campaña nos despedimos hasta el próximo post. ¡Que no se os haga muy larga la espera!
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